
Henry Heshusius Gooding
Tiene dos hijas, que, según dice, sueña verlas crecer y disfrutarlas en su vejez. Procura seguir los consejos médicos
que lo acompañan desde sus 13 años, cuando le diagnosticaron coartación de la aorta y fue operado del corazón. Aunque su
padre murió de un infarto años más tarde, un hecho que lo devastó en su juventud, y los médicos le han entregado
diagnósticos que podrían preocuparlo, Henry dice que piensa más en cómo disfrutar día a día de su familia y dejarse llevar
por su gran pasión que es la fotografía y como instructor canino. “Cada vez que llevo a mis hijas en el carro siento
mariposas de verlas”, cuenta.
que lo acompañan desde sus 13 años, cuando le diagnosticaron coartación de la aorta y fue operado del corazón. Aunque su
padre murió de un infarto años más tarde, un hecho que lo devastó en su juventud, y los médicos le han entregado
diagnósticos que podrían preocuparlo, Henry dice que piensa más en cómo disfrutar día a día de su familia y dejarse llevar
por su gran pasión que es la fotografía y como instructor canino. “Cada vez que llevo a mis hijas en el carro siento
mariposas de verlas”, cuenta.

El teniente Juan Beltrán García
Es integrante del Cuerpo Oficial de Bomberos de Bogotá desde hace más de 30 años y ha participado en algunas de las operaciones de atención de emergencias más complejas en el país: desde la masacre de Pozzetto hasta la bomba en el Nogal. En su espalda lleva la cicatriz de las graves quemaduras que sufrió cuando atendía un incendio en el sector
de Paloquemao, en la capital, en sus inicios en este oficio. Cerca del cuarenta por ciento de su cuerpo resultó afectado.
Tras más de un año de recuperación regresó a su trabajo, convencido de vivir de este hasta llegar a la vejez.
de Paloquemao, en la capital, en sus inicios en este oficio. Cerca del cuarenta por ciento de su cuerpo resultó afectado.
Tras más de un año de recuperación regresó a su trabajo, convencido de vivir de este hasta llegar a la vejez.

Martín Prieto Argüello
Nació en Bogotá el 6 de mayo de 2015. Fue a las 9:15 a. m. Pesó 3.420 gramos y midió cerca de 52 centímetros. Ese momento de vida, cuando fue cortado el cordón umbilical de la placenta de su madre, lo lleva siempre marcado en su abdomen. Esa cicatriz redonda que quedó en medio de su vientre, como la que todos los humanos tienen, la adquirió desde que dio su primer respiro y la tendrá hasta el último que pueda hacer en vida. Su historia en este mundo apenas se inicia.

Martha Cecilia Restrepo Mejía
Bacterióloga, tiene tatuado sobre su cicatriz una flor de loto, en símbolo de renacimiento y vida. Fue dibujado en donde le fue
extirpado su seno izquierdo, tras serle detectado cáncer de mama. Hoy, Martha es sobreviviente y testimonio de cómo
afrontar la enfermedad. “La vida no se acaba con un diagnóstico. Situaciones como estas te muestran que la enfermedad es un camino para valorar la vida con otros ojos. Hay que seguir. Hay que luchar”, dice.
extirpado su seno izquierdo, tras serle detectado cáncer de mama. Hoy, Martha es sobreviviente y testimonio de cómo
afrontar la enfermedad. “La vida no se acaba con un diagnóstico. Situaciones como estas te muestran que la enfermedad es un camino para valorar la vida con otros ojos. Hay que seguir. Hay que luchar”, dice.

Sergio Mogollón
Fue atacado en su rostro con ácido en diciembre de 2012. El
hecho se presentó cuando caminaba junto a su novia en
inmediaciones del barrio Castilla, en el occidente de Bogotá.
Tras varios meses de tratamientos y cirugías, Sergio recuperó la
visión en uno de sus ojos. En la actualidad administra junto a
su esposa una empresa publicitaria, con clientes que, según él,
siempre fueron fieles en
hecho se presentó cuando caminaba junto a su novia en
inmediaciones del barrio Castilla, en el occidente de Bogotá.
Tras varios meses de tratamientos y cirugías, Sergio recuperó la
visión en uno de sus ojos. En la actualidad administra junto a
su esposa una empresa publicitaria, con clientes que, según él,
siempre fueron fieles en

Óscar Barrera
De 31 años, se dedica en la actualidad a realizar efectos digitales en comerciales. Cuando recién ingresaba a la universidad
sufrió una amigdalitis que le dejó una cicatriz en todo su cuello. Cuando fue al médico creyó que le recetarían un antibiótico, pero el médico le ordenó una cirugía de urgencia. “Nunca fui consciente de que me iban a dejar una ‘chaguala’ así de grande, pero me dijeron que era porque se iba a infectar el corazón”, cuenta. Dos años atrás le fue realizada una cirugía a corazón abierto por dificultades cardiacas que le fueron detectadas en su adolescencia. Más allá de las dos cicatrices que lleva y de los cuidados que debe seguir, dice que procura llevar una vida normal.
sufrió una amigdalitis que le dejó una cicatriz en todo su cuello. Cuando fue al médico creyó que le recetarían un antibiótico, pero el médico le ordenó una cirugía de urgencia. “Nunca fui consciente de que me iban a dejar una ‘chaguala’ así de grande, pero me dijeron que era porque se iba a infectar el corazón”, cuenta. Dos años atrás le fue realizada una cirugía a corazón abierto por dificultades cardiacas que le fueron detectadas en su adolescencia. Más allá de las dos cicatrices que lleva y de los cuidados que debe seguir, dice que procura llevar una vida normal.

Paola Cruz
Tuvo su primer hijo a sus 17 años. Se armó de valor para hablar en su colegio y con su familia para no interrumpir sus estudios. Y lo logró. Terminó su bachillerato y comenzó sus estudios universitarios. A sus 28 llegó su segundo hijo. “Fue una experiencia muy diferente. Uno ya sabe cómo disfrutarlos más”, reconoce. De las dos experiencias le quedaron estrías en su vientre que le recuerdan, según dice orgullosa, “la fortuna de haber sido madre dos veces”.